1998 en clase de Psicología Social

1998. Universidad de Málaga. Facultad de Psicología. Teatinos.
Por aquel entonces, lo único que decoraba las paredes de las clases de la Facultad de Psicología, era un cartelito que prohibía fumar en el aula (según la normativa xxx) (al parecer una novedad).

Pero lo que aún no se estableció como prohibitivo eran las "invasiones".

La invasiones consistían en lo siguiente: Alumnos que celebraban la fiesta del patrón de su carrera, iban de clase en clase, de cada facultad, gritando "invasión". Aquello lo hacían para notificar al resto de estudiantes que en X facultad estaban de "fiesta" por la celebración de su patrón. La finalidad era dar a conocer que estaban de fiesta e interrumpir la clase en la que entraban "invadiendo" para notificarlo y que esos alumnos dejaran de atender a esa clase en solidaridad al patrón de los invasores (o algo así...)

El caso, es que, imaginaros, la cantidad de facultades, carreras que podrían haber en la UMA, y la cantidad de clases que se perdían...

Pues, aquel otoño de 1998, en la clase de Psicología Social, recibimos una invasión. Aquellos alumnos vestidos con batas blancas (unos 40) entraron en clase (Psicología Social, en primer curso) gritando (como era típico) "Invasión".
Se dirigieron a la pizarra algunos alumnos "embatados" para escribir... "estamos de fiesta, y vosotros también. Se cancela la clase de hoy...).

Pero al profesor que impartía sus enseñanzas, inmerso en plena explicación del experimento de Obediencia (Milgram), no le pareció adecuada la invasión y les pidió que desalojaran el aula, que estaba en mitad de una importante explicación.

Aquellos alumnos "embataos" hicieron caso omiso y continuaron de forma más activa su ritual de "cancionero y baileteo" para impedir el curso normal de la clase.

En vista de que nosotros, alumnos de psicología de 1º, no secundábamos la interrupción (no se levantó ni uno del asiento por lo transcendental de la explicación interrumpida), el profesor decidió tomar una original medida para ahuyentar a aquellos "Vikingos".

En principio, algunos nos quedamos asombrados al ver la facilidad con el que aquellos "fiesteros" habían conseguido echar al profesor de clase. Pero 2 minutos más tarde, observamos que nuestro gran "maestro" de Psicología Social no se había rendido.

Apareció por la puera de la clase con manguera antincendios en mano avisando a aquellos interruptores de que sus alumnos (de mentes verdes como las tablas sobre las que escribían (Según él)) deseaban continuar con la explicación atentamente y, si no procedían al desalojo, saldrían "húmedos" de la situación.

Como era de esperar, hicieron caso omiso, y alguien abrió el grifo que hacia volar apuntes, mojar a unos y a otros... y que logró el desalojo del aula de aquellos (en aquel entonces en su derecho) molestos (para muchos, en ese momento, por el "ascuas" de la explicación) personajes.

La clase se reanudó minutos mas tarde, algunos "empapados", pero es que el tema lo merecía...

Días más tarde, se le ocurrió a un alumno (interesado en la ciencia que estudiaba), concretamente el que les escribe, que se pegara un papel en la puerta (ya que tenían un círculo a través del cual mostraba que se estaba dando clase en esa aula. Propuesto a la profesora de PsicoBiología del momento), que evitara la invasión, lográndolo en el 100 por 100 de los casos.

Poco tiempo después se publicó una normativa que prohibía tales invasiones que se llevaban a cabo desde hacía años.

Valeeeeee, siiiii, lo que querais,... pero es que pagamos matrícula y asistimos a clase no sólo para conseguir créditos, sino para aprender también.... y aquellas... eran dinero y formación que perdíamos.

qué lastima que para cuando yo empecé no pasaban stas cosas, siempre habia oido rumores sobre esto pero vivirlo tenia que ser una auténtica pasada!!!